Hernia abdominal es un defecto o debilidad de la pared abdominal, que puede provocar el desplazamiento de los órganos internos. Las hernias se dividen en congénitas y adquiridas. Las hernias congénitas o verdaderas se forman debido a varios defectos de desarrollo genético y se forman dentro de los orificios fisiológicos de la pared abdominal (hernia umbilical, inguinal y femoral). Las hernias adquiridas o falsas se desarrollan como resultado de varias lesiones y pueden localizarse en cualquier parte de la pared abdominal.
Anatómicamente, en la hernia, se distinguen los siguientes componentes: anillo herniario (puerta): los límites externos del defecto de la pared abdominal; Contenido de las hernias : varios órganos internos que se desplazan de la cavidad abdominal debajo de la piel. saco herniario : membrana serosa que rodea los órganos internos prolapsados (solo se encuentra en las hernias verdaderas).
El peligro para la salud son las hernias con ciertos tamaños del anillo herniario, en los cuales es probable la captura y la infracción de los órganos internos (asas intestinales, útero, estómago, etc.). Los tamaños grandes o pequeños de los orificios de hernia rara vez causan problemas clínicamente significativos.
SINTOMAS
Las hernias umbilicales pueden ser complicadas o no tener complicaciones. Una hernia complicada es aquella en la que los contenidos de la cavidad abdominal, como un asa de intestino, han pasado a través de la abertura y quedan atrapados.
Una hernia umbilical no complicada se asocia con una hinchazón suave en el área umbilical. Esta hinchazón puede ser variable en tamaño y puede ir y venir. De lo contrario, el perro aparecerá sano.
Los síntomas que se observan con una hernia umbilical complicada pueden incluir:
🐾 Dolor y calor, especialmente en el sitio de la inflamación del ombligo.
🐾 Vómito.
🐾 Falta de apetito.
🐾 Depresión.
En el peor de los casos, un perro puede morir si las toxinas bacterianas pueden penetrar en el cuerpo de un perro después de que los tejidos se descomponen. Esto podría suceder tan rápido como de 24 a 48 horas si el perro no recibe tratamiento de inmediato.
CAUSAS
Hay dos causas principales de hernias en los perros. El primero es congénito, lo que significa que el perro ya nació con la condición. Es la causa más común de hernia que se encuentra en perros más jóvenes y, a menudo, es el resultado de un problema durante el desarrollo embrionario y fetal. También es posible que se haya transmitido un defecto genético de uno de los progenitores del perro.
La literatura existente muestra que ciertas razas de perros tienen un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de hernias, lo que fortalece aún más la idea de la herencia genética como un medio de causa de la enfermedad. Se sabe que los bulldogs ingleses y los Sharpeis, así como otras razas braquiocefálicas, son más vulnerables a las hernias hiatales, mientras que los Braco de Weimar y los Cocker spaniel tienen una mayor predisposición a las hernias diafragmáticas.
La segunda causa de hernia es un traumatismo o lesión. Las lesiones bruscas en el abdomen pueden debilitar la musculatura del diafragma o el perineo o incluso la propia pared abdominal. Los expertos también consideran que un aumento en la presión intraabdominal es una de las posibles causas de hernia, ya que un aumento en la presión dentro de la cavidad abdominal puede empujar los órganos internos y otras estructuras contra la pared del abdomen. Sin embargo, la presión debe ser suficiente para empujar estos órganos.
DIAGNOSTICO
Una de las formas más definitivas para diagnosticar la hernia abdominal es la palpación. Sin embargo, la mayoría de los veterinarios todavía querrán estar seguros de que lo que están viendo y palpando es en realidad una hernia y no otra enfermedad. Como tal, una radiografía del área afectada puede ayudar a visualizar la colocación de la hernia y si está ubicada en la profundidad de la cavidad abdominal del perro o no. Esto también permitirá a los veterinarios visualizar el mejor enfoque si alguna vez la hernia requiere corrección quirúrgica.
En la mayoría de los casos, se introduce un medio de contraste en el tracto digestivo del perro antes de la radiografía. Esto es para convertir el tracto digestivo y sus órganos asociados en opacos en el examen de rayos X. Dado que ahora son opacos, es mucho más fácil seguir su perfil en la región abdominal del perro y determinar si algo está fuera de lugar.
Las pruebas de diagnóstico por imágenes se compararán con los resultados del examen físico y con el historial de manifestaciones clínicas del perro. Las diferentes manifestaciones deben coincidir bien con la ubicación de la hernia para hacer un diagnóstico más convincente y definitivo.
Para asegurarse de que su perro es apto para la cirugía, el veterinario puede ordenar una serie de pruebas y exámenes de diagnóstico. Estos pueden incluir un hemograma y pruebas de química sanguínea, así como paneles de electrolitos. La química de la sangre es importante ya que proporciona una estimación aproximada de la función pancreática, hepática y renal, así como una buena idea del metabolismo de la glucosa. Los recuentos sanguíneos proporcionan una base para la identificación de trastornos relacionados con la sangre que podrían afectar la reparación y curación de heridas quirúrgicas.
TRATAMIENTO
Dado que la principal patología en la hernia abdominal es la creación de un agujero en una pared dentro del cuerpo del perro, solo la corrección quirúrgica puede ayudar a hacer retroceder los órganos y tejidos que pueden haber salido a través de este agujero y cerrar quirúrgicamente el agujero. Sin embargo, no todas las hernias deben tratarse con cirugía, ya que existen aquellas que generalmente se resuelven por sí solas.
Las hernias con aberturas más bien pequeñas no requieren necesariamente cirugía, ya que la manipulación cuidadosa del área puede ayudar a reponer los tejidos sobresalientes en la cavidad abdominal. Sin embargo, dado que el orificio todavía está presente, la cirugía puede que aún deba realizarse en el futuro. Por ejemplo, las hernias umbilicales, mientras se resuelven sin cirugía, pueden repararse quirúrgicamente solo después de que el perro haya sido castrado o esterilizado.
Además de la cirugía, el veterinario también puede proporcionar tratamiento sintomático. Por ejemplo, si hay reflujo ácido como resultado de una hernia hiatal, se pueden recetar antiácidos. Los antieméticos también se pueden administrar en casos de vómitos y analgésicos para el dolor.
En los casos de hernia hiatal o hernia diafragmática que se complica por neumonía, es posible que los veterinarios ordenen los antibióticos apropiados. Es imperativo que se respete la dosis recomendada de antibióticos.